Mitos sobre el acné con la Dra. Natalia Jiménez

by - octubre 24, 2020




Después de la buena respuesta que recibí en el anterior post respondiendo vuestras dudas relacionadas con el acné, he decidido abrir una nueva sección donde traeré profesionales para tratar temas relacionados con el acné.

En el día de hoy, tengo de invitada a la doctora Natalia Jiménez, quien va a resolver los mitos que hay entorno al acné. ¡Os dejo con ella!

Soy la doctora Natalia Jiménez, dermatóloga en el Hospital Universitario Ramón y Cajal, en el que trabajo en la Unidad de psoriasis e hidrosadenitis supurativa. Además, formo parte del Grupo de Dermatología Pedro Jaén de Madrid, donde paso consulta presencial centrada en la dermatología estética y diversas afecciones, como el acné y la rosácea.

Puedes conocer más detalles sobre mí en la página web www.nataliajimenezdermatologa.com . En ella, encontrarás mi Blog Derma Tendencias, en el que escribo sobre distintos aspectos relacionados con la Dermatología y la estética,

También me encontrarás en redes sociales, en mi cuenta de Instagram y Twitter.

Cuanto más te laves la cara, menos brotes de granos tendrás.

Los mitos sobre la limpieza facial son algunos de los más extendidos cuando hablamos del acné. Existe la falsa creencia que indica que cuanto más laves la cara, menos acné tendrás. Esto se debe a que muchos pacientes creen que el motivo único del acné se debe a que su piel está sucia y por ello hacen una limpieza excesiva varias veces al día o con productos muy agresivos. Es muy importante elegir un limpiador adecuado, que se adapte al tratamiento para el acné que estemos realizando. Hay que tener en cuenta que algunos medicamentos para el acné, como la isotretinoína (el antiguo Roacután) tienden a resecar mucho. En la actualidad sabemos que una limpieza correcta es capaz de  reducir  la descamación, el enrojecimiento, la sequedad, la tirantez o el picor, en pacientes que están realizando tratamientos médicos antiacné.

El acné sólo lo sufren los adolescentes.

Este mito está muy extendido en la sociedad y es muy habitual que pacientes, fundamentalmente mujeres a partir de los 25 años, acudan extrañadas a consulta por un acné persistente desde la adolescencia o bien por el debut del cuadro cutáneo. Hoy sabemos que el acné puede tender a ser crónico en algunos pacientes, justificado por la influencia hormonal en el mismo (un claro ejemplo son las pacientes diagnosticadas de síndrome de ovario poliquístico (SOP)).

Es hereditario.

No todos los casos de acné tienen antecedentes familiares, aunque sí es cierto que en los casos más graves suele haber otros familiares afectados. Hay que tener en cuenta además, que en ocasiones el acné es una manifestación en la piel en pacientes que tienen  otras enfermedades con una fuerte influencia genética, como es el caso de la hidrosadenitis supurativa (conocida popularmente como “golondrinos”).

No se debe maquillar una piel con acné.

Esto es totalmente falso. Una piel con acné puede maquillarse y es una excelente opción en los momentos en los cuales el acné no está controlado y necesitamos un tiempo de margen hasta que los tratamientos médicos que pautamos tengan una respuesta en la piel. En este sentido, hay que hacer dos consideraciones:

-Debemos elegir un maquillaje con capacidad cubriente (capaz de camuflar granitos de acné), pero de textura fluida y no comedogénico.

-Será importante dedicar el tiempo necesario a la limpieza facial, para evitar dejar restos de maquillaje sobre la piel que puedan empeorar el acné.


La pasta de dientes y el zumo de limón eliminan el acné.

En cuanto a los remedios caseros en el acné, hay muchísimos, pero desde el punto de vista dermatológico no son nada aconsejables. Tienen la ventaja de ser económicos y muy accesibles, pero no están exentos de complicaciones. Tanto la pasta de dientes como el zumo de limón, tienen  una acción secante sobre la piel pero, al mismo tiempo, pueden resultar irritantes, de manera que no los vamos a recomendar como opciones seguras para el tratamiento del acné. Si tienes un brote de acné que no se controla con limpiadores y cremas específicas de farmacia, lo ideal es que solicites una visita con tu dermatólogo porque es probable que necesites un tratamiento médico tópico u oral para mejorar. 

Afecta más a las mujeres que a los hombres.

Esto depende de la franja de edad en la que nos centremos. En la adolescencia, el acné es más frecuente en los varones. En cambio, en edades más avanzadas, a partir de los 20 años, es más habitual diagnosticarlo en mujeres.

 Los lácteos producen acné.

La influencia de la alimentación sobre la aparición del acné, es un aspecto muy controvertido, que ha dado lugar a emitir diferentes recomendaciones a lo largo de la historia. En la actualidad no hay una evidencia científica robusta que nos recomiende evitar los lácteos en pacientes con acné. Se cree que el empeoramiento del acné que producen los lácteos se debe fundamentalmente a aquellos productos desnatados o semidesnatados, ya que producen un incremento en sangre del IGF-1, factor directamente relacionado con la aparición del acné.

Beber mucha agua elimina el acné.

En la actualidad, no hay ninguna evidencia que apunte hacia el beneficio de tomar agua para mejorar el acné. Es bueno estar hidratados para nuestra salud en general, pero no observaremos modificaciones en la evolución de los granos de acné.

La ingesta de alcohol hace que aparezcan brotes.

Es falso. La ingesta de alcohol no se asocia al desarrollo de acné, aunque sí sabemos que produce un empeoramiento de la piel: a corto plazo la piel está deshidratada y a largo plazo es habitual observar cómo los capilares de la piel se dilatan y le dan a ésta un aspecto enrojecido.

El chocolate produce granos.

El chocolate es otro de esos alimentos “bajo sospecha” cuando hablamos del acné. En un artículo científico de finales de los años 70 se concluía que no existía asociación entre el chocolate y el acné. Posteriormente, se objetivaron varios fallos en ese estudio y en el año 2015 salió publicado un nuevo artículo que sí relacionaba el consumo de chocolate y dulces con la aparición del acné.

El sol ayuda a secar y eliminar los granos.

Verdadero. El sol mejora el acné, aunque es un efecto transitorio y no exento de riesgos (en la actualidad la exposición solar es un factor demostrado en el desarrollo del cáncer de piel). Lo ideal es no recurrir al sol para tratar nuestro acné, ya que aunque pueden reducirse el volumen de los granitos y disminuir la rojez, nos podemos encontrar con que nuestra piel se pigmenta secundariamente y hace manchas.


El estrés provoca acné.

Verdadero. Durante los periodos de estrés se producen cambios en la secreción hormonal con un aumento de cortisol y adrenalina. Estas hormonas son capaces de empeorar el acné. Además, el estrés hace que sea más frecuente que el paciente manipule sus lesiones de acné, lo cual puede dar lugar a cicatrices e hiperpigmentación posterior (manchas).

¡Gracias a Natalia por colaborar conmigo esta semana, y a vosotros por leerme un día más!

Os dejo su Instagram haciendo click aquí.

¡Hasta el próximo post! 💗


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