¿Para qué tipo de piel recomiendas su uso?

El acido salicílico es un beta-hidroxiacido con acción exfoliante y seborreguladora sobre la piel. Solemos indicarlo en las pieles con tendencia acnéica y lo prescribimos en cremas o gel-crema en distintas concentraciones (0,5% a 2%) según el tipo de piel y si existen lesiones de acné activas o no.

También podemos utilizar concentraciones mas elevadas (un 20% o más) en soluciones hidroalcohólicas para peeling médico. Los peelings tratan las marcas de acné y las lesiones activas.

¿Cuándo se debe aplicar?

Normalmente recomiendo utilizarlo por la noche con la piel limpia, aunque como no es fotosensibilizante en pequeñas concentraciones podríamos usarlo por la mañana en casos seleccionados, pero siempre con una adecuada fotoprotección.

Como es una molécula de bajo peso molecular, atraviesa rápidamente la capa cornea llegando a estimular neuroreceptores superficiales, por lo que puede picar tras las primeras aplicaciones y es completamente normal.

En pieles acnéicas es muy beneficioso, pues penetra en las unidades pilosebaceas (poros) evitando la formación de comedones. También es un producto seborregulador (disminuye la actividad de la glándula sebácea) y evita la proliferación bacteriana. Su acción exfoliante además permite a la piel acneica mantener una capa cornea mas fina, por lo que disminuyen las marcas e imperfecciones.

Advertencias sobre su uso

Debemos tener cuidado en su aplicación si estamos empleando algún otro principio que aumente la renovación celular epidérmica, como alfahidroxicacidos o retinoides. 

No son incompatibles, pero tendremos que adaptar su empleo en estos casos, por ejemplo alternando su uso o pautando terapias secuenciales para no mezclarlos en la rutina cosmética. El acido salicílico puede irritar las pieles atópicas y las pieles sensibles o con rosácea, por este motivo es importante una buena indicación para poder obtener todos los beneficios que aporta.