A pesar de que el acné es percibido como un problema cosmético menor en la población en general, pero no para las personas que lo padecen que es el 80-90% de la población en diferentes grados de gravedad (Hosthota, A., 2016). 

La evidencia científica demuestra que 87% de los adolescentes y adultos jóvenes con acné manifiestan síntomas psicológicos. Concretamente:

• 38.4% manifestaron síntomas de ansiedad.

• 56% síntomas depresivos.

• 23% reportó ideación suicida y 7% intentos de suicidio.

• 87% de estos adolescentes y jóvenes reporta baja autoestima y 1% niveles severos de baja autoestima. 

• Los adolescentes con acné han sido más intimidados, que los que no padecen acné (76% vs al 53%)

• Síntomas de trastorno dismórfico corporal (preocupación obsesiva por algún defecto, ya sea real o imaginado de tu imagen corporal).

• Evitación social (menos relaciones sociales, impedimento por iniciar relaciones románticas, introvertidos en público) (Misery, L., 2011). 

Si la adolescencia ya es en sí una época crítica en el ser humano, ¡súmale las consecuencias del acné!

La importancia del estrés emocional en el inicio o empeoramiento de las enfermedades cutáneas ha sido motivo de debate en los ambientes médicos. De entre la población joven que padece acné, se cree que el estrés empeora el acné, y la verdad es que razón tienen, se ha realizado numerosos estudios clínicos, los cuales demuestran que el estrés emocional interacciona a nivel hormonal y se ha llegado a la conclusión de que estos jóvenes están en lo cierto, entre el 50-80% de las personas que sufren acné empeoran su cuadro clínico dermatológico ante situaciones estresantes a los dos días después de la aparición del estresor. (Escalante-Jibaja, E., 2007). (Poli, 2001).

¡Cuidado! Estresor es todo aquello, interno y externo, que demanda de nuestra energía y recursos, por lo que un estresor podría ser la propia carga laboral, miedos e incluso la deprivación del sueño.

Hay un dato que nos sorprende, y es que solamente el 18% de los jóvenes acuden a un dermatólogo. Son cifras escalofriantes, teniendo en cuenta las consecuencias psicológicas que se derivan de esta afección dermatológica.

Abogamos por la importancia de un tratamiento del acné, y no solamente desde la perspectiva dermatológica, también de la psicológica individual y social. Normalizar socialmente el acné sería un factor protector para luchar en contra de las consecuencias psicológicas del acné.

Hay muchos estudios sobre los tratamientos farmacológicos dirigidos a la eliminación de las manifestaciones externas del acné, pero no hay constancia ni de programas de prevención de las consecuencias a nivel psicológico ni evidencia de la mejora del malestar psicológico a través de la psicoterapia en personas con acné. 

Por lo tanto, queda demostrado que el acné tiene un impacto directo en la calidad de vida de las personas y su tratamiento debería tener una perspectiva multidisciplinar. 

¡Hasta aquí el post de hoy!

Gracias Miriam por aceptar esta colaboración y enriquecer nuestro desconocimiento sobre este tema.

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Bibliografía 

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Misery, L. (2011). Consequences of psychological distress in adolescents with acne. Journal of Investigative Dermatology, 131(2), 290-292.

Behnam, B., Taheri, R., Ghorbani, R., & Allameh, P. (2013). Psychological impairments in the patients with acne. Indian journal of dermatology, 58(1), 26.

Hosthota, A., Bondade, S., & Basavaraja, V. (2016). Impact of acne vulgaris on quality of life and self-esteem. Cutis, 98(2), 121-124.

Jović, A., Marinović, B., Kostović, K., Čeović, R., Basta-Juzbašić, A., & Bukvić Mokos, Z. (2017). The impact of psychological stress on acne. Acta dermatovenerologica Croatica, 25(2), 133-133.

5.* Guerra Tapia A. Estudio epidemiológico descriptivo transversal sobre la prevalencia del acné en la población adolescente española. Act Dermatolog. 2001; 11: 1-6.

6.* Guerra Tapia A. Estudio epidemiológico descriptivo transversal y aleatorio sobre la prevalencia del acné en los jóvenes españoles de 18 a 24 años. Actualidad dermatológica. 2003; 42(10): 789-95.

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